martes, 15 de marzo de 2011

ANÁLISIS DE EDUCACIÓN SEGÚN JOSÉ MARTÍ

De entre las múltiples definiciones que José Martí  dio sobre educación  elijo ésta: “Educar es depositar en el hombre toda la obra humana que le ha antecedido; es hacer a cada hombre un resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo con lo que no podrá salir a flote; es prepararlo para la vida”.
Para poder captar el significado de la educación como el intento  de “depositar en el hombre toda la obra humana que le ha antecedido”, de hacer a cada hombre un resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive”, es necesario distinguir entre educación e instrucción. La primera se refiere al sentimiento, mientras  que  la segunda es relativa al pensamiento. José Martí, reconoce que no hay una buena educación sin instrucción, ya “que las cualidades morales suben de precio cuando están realizadas por cualidades inteligentes”.
En estas dos frases se considera a la  educación como una recapitulación, pero la recapitulación no es posible sino por la instrucción.
Educar no es sólo instruir, y la instrucción no debe limitarse a reproducciones mecánicas y expositivas como lo suelen hacer muchas veces los docentes, convertidos por estereotipos rutinarios, en recitadores de contenidos y conocimientos que aparecen en los diferentes textos o bibliografías. Para Martí la educación tiene un sentido más noble, más responsable y más amplio, porque su mensaje señala precisamente que consiste en darle un sentido a la vida, es buscar un significado al contenido que es la parte de la cultura que se interioriza y se aprende.
La enseñanza o mejor aún el aprendizaje por repetición, mutila el pensamiento lógico y divergente, frena el pensamiento crítico y el raciocinio y sólo a partir de un espacio educativo humanista y liberador, donde el alumno pueda construir por sí mismo el conocimiento, recreado y transformado puede llegarse a un acto creativo.
Continuando el análisis, Martí también afirma “educar es poner al hombre  a nivel de su tiempo para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote”.
En esta frase José Martí sostiene que la educación debe enseñar al hombre para que comprenda su época, que sea capaz de ser dinámico y creativo para que pueda salir a flote en la solución de problemas sociales en que vive.
Para poner al hombre al nivel de su tiempo, para que flote sobre él, es necesario que aprendan a aprender y sean capaces de continuar aprendiendo en forma permanente a lo largo de sus vidas. Asimismo han de apropiarse de los conocimientos, habilidades, procedimientos y estrategias a través de los medios diferentes de aquellos que prevalecían tradicionalmente en todas las escuelas.
La realidad de muchos pueblos latinoamericanos y de otras dimensiones del universo está muy distante de estas pretensiones martianas, planteadas hace más  de un siglo. Los 140 millones de niños pobres, los 852 millones de hambrientos, los 860 millones de analfabetos adultos y  los 120 millones de niños que en edad escolar no asisten al escuela en el mundo, una buena parte de ellos pertenecen a América Latina, no podrán flotar sobre su tiempo e inevitablemente se hundirán en el sin poder salir a flote.
Por otra parte ¿Qué significa preparar al hombre para la vida?, ¿Quiso José Martí decir que  educar es dar carrera para vivir como único objetivo a alcanzar, o sencillamente hacerse sólo de un oficio para que sirva de digno sustento personal y familiar?.

Considero que no, educar es mucho más, y él mismo nos lo indica al decirnos que la educación debe preparar hombres a la altura de su tiempo, y subrayó que esta responsabilidad mayúscula recae en ese complejo, dinámico, vivo y dialéctico proceso formativo que llamamos EDUCACIÓN.

Preparar al hombre para la vida, quiere decir formar la personalidad humana como sujeto activo y protagonista de su propia vida y desarrollo, de su propio aprendizaje constante e ininterrumpido. Es permitirle y garantizarle al ser humano desde las edades más tempranas y hasta su muerte que desarrolle todas sus potencialidades y todo lo que en ella de bueno puso Dios, como derecho pleno que tiene toda persona al nacer, derecho que se convierte en uno de los primeros deberes de cualquier Estado en el mundo.
Todas las aspiraciones dadas por José Martí  requieren de políticas de estado que favorezca desde el punto de vista práctico la implementación de modelos educativos renovadores,  flexibles y democráticos, que propicien mayor equidad,  justicia social y oportunidades para todos, no hay ninguna razón para que el rico se eduque, y el pobre no.
Para concluir  este pequeño análisis realizado, quiero definir lo que para mí es educación: Es lograr que cada ser humano aprenda a caminar solo y sin muletas por este mundo lleno de tensiones y desafíos, es crecer desde lo más hondo de nuestro ser para afuera y es también crecer para adentro, aprender a vivir todos en comunión de una manera plural pero con respeto y tolerancia.
Asimismo educar es crear, porque es propiciar con ideas renovadoras, participativas y democráticas espacios para que la persona humana pueda ir desarrollando cada vez más sus propias virtudes y valores. Una persona bien educada debe ser de por sí creativa.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario